Greenpeace y la industria de las energías renovables tienen una clara agenda de cambios que deben introducirse en materia de política energética a fin de fomentar el paso a los recursos renovables. Sus principales demandas son:
• Eliminar paulatinamente todas las subvenciones a combustibles fósiles y a la energía nuclear e internalizar los costes externos
• Establecer objetivos de obligado cumplimiento para las energías renovables
• Proveer de beneficios definidos y estables a los inversores
• Un acceso prioritario garantizado a la red a los generadores de energía renovable
• Una normativa estricta y eficiente sobre consumo energético para todos los electrodomésticos, edificios y vehículos
Las fuentes de energía convencionales reciben unos 250-300 mil millones de dólares3 en subvenciones anuales en todo el mundo, lo que provoca unos mercados altamente distorsionados. El Worldwatch Institute estima en 63 mil millones de dólares las subvenciones mundiales totales al carbón, mientras que sólo en Alemania el total alcanza los 21 mil millones de dólares, incluyendo unas cifras en ayuda directa de más de 85.000 dólares por minero. Las subvenciones reducen artificialmente el precio de la energía, dejan fuera del mercado a las energías renovables y fomentan tecnologías y combustibles no competitivos. Si se eliminaran las subvenciones directas e indirectas a los combustibles fósiles y a la energía nuclear, podríamos comenzar a avanzar hacia una igualdad de condiciones en el sector energético. El informe de 2001 del Equipo de Trabajo del G8 sobre Fuentes de Energías Renovables afirma que “reorientándolas [las subvenciones] y realizando incluso una pequeña reorientación de estos importantes flujos financieros hacia las renovables se crea una oportunidad para dotar de una mayor consistencia a los nuevos objetivos públicos e incluir los costes sociales y medioambientales en los precios.” El Equipo de Trabajo recomendaba: “Los países del G8 deberían tomar medidas para retirar incentivos y otras ayudas de las tecnologías energéticas irrespetuosas con el medio ambiente, y deberían desarrollar e implantar mecanismos de mercado para tratar las externalizaciones, para que las tecnologías para generar energía renovable puedan competir en el mercado de manera más justa y equitativa.”
Las energías renovables no necesitarían provisiones especiales si los mercados no estuvieran distorsionados por el hecho de que contaminar es aún prácticamente gratuito para los productores de electricidad (y para todo el sector energético en general). Las subvenciones a tecnologías totalmente desarrolladas y contaminantes es algo altamente improductivo. La retirada de subvenciones a las centrales eléctricas convencionales no sólo ahorrarían dinero a los contribuyentes, también reducirían considerablemente la necesidad de apoyo económico a la energía renovable.
Sigue una descripción más completa de las medidas a tomar para eliminar o compensar por las distorsiones actuales en el mercado energético.
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