domingo, 16 de septiembre de 2012

calefacción

El aislamiento y el diseño térmico pueden reducir considerablemente la pérdida de calor y contribuir a frenar el cambio climático. La demanda energética para calefacción en edificios ya construidos puede reducirse entre 30-50%; en nuevos edificios puede reducirse entre un 90-95% con tecnología y diseño competitivos al alcance de todos.

Pueden detectarse fácilmente las pérdidas térmicas mediante fotografía termográfica (ver ejemplo abajo). Una cámara termográfica puede detectar detalles que el ojo humano no puede. Las partes del edificio que tienen una temperatura superficial superior al resto aparecen en amarillo y rojo, que significa que en dichas áreas se está produciendo una fuga térmica por grietas y materiales de baja calidad aislante, perdiéndose una energía muy valiosa. Este problema afecta al medio ambiente por el derroche de reservas energéticas y provoca unos costes innecesarios a propietarios e inquilinos. Los puntos débiles más comunes son cristales y marcos de ventanas y paredes finas debajo de ventanas, donde se instalan normalmente los radiadores y, por lo tanto, el aislamiento debería ser óptimo.

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