Comunidad - III

3. Financiamiento de la acción social

Al apoyar un proyecto social, la empresa revela su preocupación con respecto a los cambios en la sociedad. Sin embargo, tales medidas necesitan tener consistencia estratégica y objetivos claros para que la acción sea efectiva. Por esta razón, es fundamental investigar:

• Si los presupuestos destinados a este fin son variables y administrados arbitrariamente por algún director o gerente, en respuesta a solicitudes externas;

• Si las partidas de dinero, definidas en el presupuesto, son del conocimiento de los funcionarios y administradas por un comité o grupo de trabajo, con base en criterios de inversión previamente establecidos;

• Si el programa de inversión social es estructurado y administrado por un equipo especializado, con dotación presupuestaria estable, y con público, metas y estrategias definidos;

• Si el programa social es estructurado y cuenta con mecanismos propios para generar lucros, asegurando su continuidad a largo plazo, por medio de la creación de un fondo patrimonial o destinando, para tal efecto, un porcentaje fijo de la facturación total de la empresa.

De manera especial, considere:
• Si la empresa contempla la acción social y sus responsables en el proceso general de planificación estratégica;
• Si diversos especialistas participan en el ciclo de planificación, monitoreo y evaluación de la acción social;
• Si en la empresa existe un sistema de evaluación del impacto social de sus inversiones y proyectos sociales, considerando el feedback o la participación de los beneficiarios;
• Si se planifica de manera sistemática la acción social, con miras a aumentar su impacto a largo plazo;
• Si la empresa optimiza el impacto de su acción social moviendo recursos de otras empresas u organizaciones privadas y propiciando la participación de órganos públicos;
• Si la empresa establece procedimientos de consulta periódica a los beneficiarios de su acción social, monitoreando las reacciones por medio de indicadores de desempeño.