El imperativo de cambio climático exige por lo menos una revolución energética. La piedra angular de esta revolución será un cambio en la forma de producción de la energía, su distribución y consumo. Los cinco principios clave que subyacen tras este cambio serán:
• Puesta en práctica de soluciones renovables, especialmente con sistemas energéticos descentralizados.
• Respeto de los límites naturales del medio ambiente.
• Desmantelamiento de fuentes de energía sucia y no sostenible.
• Creación de una mayor equidad en el uso de los recursos.
• Desacoplamiento del crecimiento económico del consumo de los combustibles fósiles.
Los sistemas descentralizados de energía, donde se producen electricidad y calor cerca del punto de uso final, evitan el derroche actual de energía durante su conversión y distribución. Estos serán el centro de la [R]evolución Energética, como también lo será la necesidad de proporcionar electricidad a los dos mil millones de habitantes del mundo que todavía tienen denegado el acceso a ella.
En este informe se estudian dos escenarios para 2050. El escenario de referencia se basa en el escenario de referencia publicado por la Agencia Internacional de la Energía en el World Energy Outlook 2004, extrapolado a partir de 2030. Comparado con las proyecciones de la AIE de 2004, en el nuevo World Energy Outlook 2006 (WEO 2006) se asume una ligera tasa de
crecimiento medio anual del PIB mundial de un 3,4%, en lugar del 3,2%, para el periodo 2004-2030. A la vez, según el WEO 2006, en 2030 se espera un consumo final de energía un 4% superior al del WEO 2004. Un análisis sobre
el impacto del crecimiento económico en la demanda energética bajo el
Escenario de [R]evolución Energética muestra que un aumento del PIB
mundial medio de 0,1% (en un periodo de 2003-2050) provoca un incremento en la demanda energética final del orden del 0,2%.
El Escenario de [R]evolución Energética ofrece un objetivo de reducción de las emisiones en el mundo del 50% en comparación con los niveles de 1990 para el año 2050, con una reducción de las emisiones de dióxido de carbono per cápita a menos de 1,3 toneladas por año para que el aumento de la temperatura global no supere los 2°C. Un segundo objetivo es el desmantelamiento de las centrales nucleares. Para lograr estos objetivos, el escenario resalta los importantes esfuerzos que habrá que realizar para explotar plenamente el gran potencial de la eficiencia energética. Al mismo tiempo, todas las fuentes rentables de energías renovables pueden ser utilizadas para la generación de calor y de electricidad, así como producción de biocombustibles.
Hoy día las fuentes de energías renovables suponen el 13% de la demanda energética primaria mundial. La biomasa, utilizada principalmente para calentamiento, es la fuente de energía renovable más importante. La cuota de energías renovables en la generación de electricidad es del 18%, mientras que
la contribución al suministro térmico de las energías renovables es de un 26%. Alrededor del 80% del suministro de energía primaria proviene aún de los combustibles fósiles, y el 7% restante de la energía nuclear.
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