miércoles, 25 de julio de 2012

nuclear

El uranio, el combustible empleado en las centrales nucleares, es un recurso finito de reservas limitadas desde el punto de vista económico. Su distribución está casi tan concentrada como la del petróleo y no coincide con el consumo regional. Sólo cinco países (Canadá, Australia, Kazajstán, Rusia y Níger) controlan las tres cuartas partes del suministro mundial. Y las reservas de Rusia, como importante consumidor de uranio, se agotarán en los próximos
diez años.
Las fuentes secundarias, como los depósitos antiguos, suponen casi la mitad de las resevas de uranio en el mundo, unas reservas que pronto serán agotadas. Para poder suplir las necesidades actuales, las capacidades de extracción deberán doblarse en los próximos años.
En un informe conjunto elaborado por la Agencia de la Energía Nuclear de la OCDE y la Agencia Internacional de la Energía Atómica, (Uranio 2003: recursos, producción y demanda) se estima que todas las centrales nucleares existentes habrán agotado su combustible nuclear, utilizando la tecnología actual, en menos de 70 años. A la luz de los diferentes escenarios sobre el desarrollo mundial de la energía nuclear, se estima que las reservas de uranio se agotarán entre 2026 y 2070, y asumiendo una tendencia a la baja en el uso de energía nuclear, unas estimaciones realistas indican que para 2050 los suministros serán suficientes sólo para algunos países. Estas previsiones incluyen los depósitos de uranio y el uso de combustible mixto (MOX), una mezcla de uranio y plutonio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario