Durante los últimos 20 años, la energía eólica se ha convertido en la fuente de energía de mayor crecimiento. Hoy día existe una sofisticada industria de producción a gran escala de turbinas eólicas que utiliza una tecnología eficiente, económica y fácil de instalar. Las turbinas tienen un tamaño desde unos pocos kW hasta más de 5.000 kW, con algunas de más de 100m de altura. Una turbina eólica grande puede producir suficiente electricidad para unos 5.000 hogares. Un buen parque eólico de alta mar hoy día puede estar formado sólo por unas cuantas turbinas y ser capaz de producir hasta varios cientos de MW.
Las reservas mundiales de viento son enormes, capaces de generar más electricidad de la demanda total del mundo, y se encuentra bien distribuida en los cinco continentes. Pueden instalarse turbinas eólicas no sólo en las zonas costeras más ventosas, sino también en países sin costas, como regiones centrales de Europa del Este, el centro de Norteamérica y de Sudamérica y Asia central. La fuerza del viento en el mar es incluso más productiva que en tierra, por lo que se fomenta la instalación de parques eólicos de alta mar con cimentaciones en el lecho marino. En Dinamarca, un parque eólico construido en 2002 utiliza 80 turbinas para producir suficiente electricidad para una ciudad entera con una población de 150.000 personas.
Las turbinas eólicas más pequeñas pueden producir energía en zonas que no tienen acceso a la electricidad. Esta energía puede utilizarse directamente o almacenarse en baterías. Se están desarrollando nuevas
tecnologías para el uso de la energía eólica para edificios en ciudades con alta densidad de población.
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