lunes, 12 de junio de 2017

El 90 % de 400 empresas afiliadas a la FEPCH no cumple con la Responsabilidad Social Empresarial

La Federación de Empresarios Privados Chuquisaca (FEPCH) tiene afiliadas a más de 400 empresas de diferentes gremios, empero el 90% de ellas no cumple con la Responsabilidad Social Empresarial; las entidades financieras afiliadas a la Asociación de Bancos Privados de Bolivia (ASOBAN) son las que más cumplen con esa responsabilidad. “Es un tema que no se está cumpliendo y debe ser transversal en toda iniciativa privada y pública, va más allá de la normas que pueda haber, pues no solo se trata de generar más utilidades si no de trabajar con sus empleados y con la sociedad”, manifestó Dana Núñez Villarroel responsable en la FEPCH del programa AL-Invest 5.0, dedicado al apoyo de las micro, pequeñas y medianas empresas que, además de Chuquisaca, también se maneja en los departamentos de Potosí, Tarija, Pando y Beni. Falta de conocimiento La FEPCH tiene afiliadas a más de 400 empresas, de diferentes gremios como hotelería, construcción, servicios y empresas exportadoras. El incumplimiento de la Responsabilidad Social Empresarial, motivó a esta institución organizar un ciclo de talleres sobre el tema mencionado, que según Núñez ocurre por falta de conocimiento; el objetivo es crear conciencia al respecto y proporcionar las herramientas necesarias para que el trabajo de cada micro, pequeña y mediana empresa sea más eficiente y competitivo. Núñez, explicó que AL-Invest 5.0 apoya a las micro, pequeñas y medianas empresas para lograr una competitividad y sinergia entre ellas, a través de rubros denominados núcleos empresariales. Cada uno está comprendido por pequeñas empresas de un mismo rubro; lo que hacen es reunirse mensualmente para identificar las necesidades que tienen y ayudar a resolver o mejorar sus necesidades a través de ciertas acciones, como capacitaciones, asistencia en gestión empresarial y otras actividades trazadas en el proyecto. Fundación Pasos estableció un convenio con la FEPCH, para llevar adelante el ciclo de talleres sobre Responsabilidad Social Empresarial, para consolidar y brindar una respuesta correcta a la sociedad y a los empresarios en general sobre el rubro en el que desarrollan su negocio. Roberto Loayza, representante de Fundación Pasos que dictó los talleres, explicó a CAPITALES que se pretende buscar la respuesta correcta, adecuada y altamente efectiva para que las condiciones en las que se desarrollan las empresas mejoren, en el sentido de velar desde las instancias de producción, los intereses de los consumidores en el aspecto de salud, economía y condiciones en las que vive. Responsabilidad Social Empresarial Loayza dijo que la Responsabilidad Social Empresarial tiene que ver con una respuesta a lo que podría estar visualizando una empresa con una visión integral, para que sus relaciones sean fuertes y bien consolidadas, que le permitan sostenerse en el tiempo, no solo en el aspecto económico –que es a lo que más apuestan–, sino que la sostenibilidad también sea vista desde otros ámbitos que le den fortaleza, para que el negocio crezca y se diversifique en el rubro en el que está trabajando. Si bien, la Responsabilidad Social Empresarial está delimitada por leyes, la mayor parte se deja a la voluntad de cada empresario que responde a una forma de ser. Por ejemplo, la Ley 1333 de Medio Ambiente, establece la Responsabilidad Social Empresarial y dispone que todo generador de residuos sólidos tiene la responsabilidad de dar una disposición final y adecuada a los desechos, sin causar deterioro, ni efecto negativo en el medio ambiente. “Lamentablemente esta Ley es poco difundida y entendida, en el sentido de cómo se implementa y cumple”, manifestó. En cada uno de los ámbitos de la Responsabilidad Social Empresarial, se habla de lo social y empresarial, se preocupa por mantener una adecuada relación con sus clientes externos e internos, esas relaciones permitirán que la empresa se haga fuerte y siga en el mercado. Es aspecto legal es simplemente un aspecto que en la mayor parte de los casos es lo más conocido, pero también es importante trabajar en el ámbito de la ética empresarial, que es parte de la responsabilidad empresarial que no es abordada con la profundidad necesaria como para provocar cambios. “Es un tema al que no se le da mucho énfasis porque están más enfocados en el aspecto técnico, como minimizar costos y maximizar utilidades, como hacer más eficientes los procesos productivos, pero no ligan lo técnico a lo ético, o viceversa. Lamentablemente esos dos aspectos no se ven como si fuera una sola pieza; lo mismo ocurre cuando la empresa está siendo eficiente o eficaz, normalmente los resultados que se sacan es por separado, cuando lo ideal es que sean ambos”, aconsejó. Conclusión De acuerdo con la participación de los asistentes en el taller, Loayza considera que la charla tocó a los asistentes, es decir les afectó pues era algo que solo era visto de una forma acostumbrada o tradicional; cree que hubo un momento en el que ellos mismos revisaron e identificaron la realidad de sus negocios y empresas, pero desde otra perspectiva. “Algunos piensan que con más inversión se cambia la realidad, pero no son solo los planes, hay otros aspectos que a diario se hacen y ocupan tiempo: la conversación, que es el arma más poderosa para transformar. Hablar genera una respuesta de por qué o debido a qué pasa esto; tiene que haber autocrítica que lleve a una incomodidad sobre esa realidad, si no incomoda se seguirá con lo mismo y si se logra el cambio, antes de él ocurre una desestabilización e incertidumbre, porque se sale de lo que se estaba acostumbrado”, explica Loayza. Por ejemplo, si se promueve la plantación de pinos en un barrio, hay que preguntarse ¿Qué está pasando con ese lugar? o si ¿realmente se está contribuyendo a embellecer el paisaje?, manifestó. Hay que buscar hablar con todos los que quieran escuchar y buscar contacto al respecto, porque muchas veces el empresario sabe que su negocio está provocando algún efecto negativo y prefiere ocultar su cabeza como avestruz, cuando más bien debería cambiar de mentalidad. “Cada uno debe ser consciente que son dos cimientos, para el primero tendrán apoyo de la Federación para que ellos pongan el cimiento, pero para el segundo cimiento sólo deben contar consigo mismos. Es una construcción conjunta, más que darle una receta que deben o no deben hacer”, dijo. Loayza finaliza expresando que no es necesario que haya leyes para que los empresarios no puedan hacer las cosas de manera natural, delante de sí mismos, para que sean los primeros en juzgar de manera genuina y sincera, con el fin de no continuar con algo incorrecto.

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