domingo, 17 de agosto de 2014

Liliana Tapia. La directora del programa de diplomados en RSE de la Escuela Internacional en Alta Gestión (EIAG)


 — ¿Cómo define la Responsabilidad Social Empresarial?
— La Responsabilidad Social Empresarial (RSE) es, además del cumplimiento estricto de las obligaciones legales vigentes de cada país, un enfoque de negocios que promueve que las empresas asuman la responsabilidad de medir sus impactos sociales, laborales y medioambientales en el entorno. En esa línea busca que las empresas se comprometan de forma ética en el ejercicio de su funcionamiento empresarial y operacional a fin de que todas sus utilidades y sus logros puedan compartirlos con sus trabajadores, sus ejecutivos y su comunidad. La idea es que la compañía socialmente responsable sea un factor dinámico para que la población tenga una mejor calidad de vida y progrese de forma compartida con el negocio. Por ello, se busca que las empresas lideren este proceso conjuntamente con el Gobierno, las comunidades y los jóvenes.
— ¿Cómo evalúa la aplicación del concepto en la región?
— La incorporación de la RSE en Latinoamérica se viene trabajando desde hace diez años y su aplicación se ha dado según el compromiso que asumieron los gobiernos, porque el concepto se inicia desde el marco normativo. Aunque la aplicación de la responsabilidad social en algunos países ha sido lenta, se ha logrado un avance gracias al esfuerzo de los empresarios de los países latinoamericanos excepto en Brasil y Argentina, donde su empleo fue encabezado por los gobiernos. Por tal razón, el desarrollo del concepto en la región está en la etapa intermedia pues hoy todos tenemos conciencia de su importancia y los beneficios que se obtienen cuando una empresa es socialmente responsable. La región está a un paso de saltar a la fase de institucionalización en la que el Gobierno, la sociedad civil y las empresas concerten y promocionen mecanismos de diálogo social para ser una mejor sociedad.
— ¿Cuál considera que es la situación de la RSE en Bolivia?
— He conocido muy buenas experiencias de Responsabilidad Social Empresarial aplicadas en Bolivia, las cuales surgieron de los estudiantes del diplomado en RSE que pertenecían a varias empresas como: la Cervecería Boliviana Nacional, la Sociedad Boliviana de Cemento, la petrolera española Repsol, la telefónica Tigo y varios medios escritos, entre otras. A eso se suma la participación de los organismos multilaterales y la cooperación internacional, que han contribuido en la expansión de la temática. Bolivia está trabajando muy bien y de forma importante en el concepto de RSE en las grandes empresas. Ahora el desafío es que se extienda al sector de la microempresa y a aquellas firmas que prestan servicios a las grandes empresas. También se requiere fortalecer el trabajo de los programas de desarrollo de proveedores. A ello se suma una tarea fundamental, que el Gobierno boliviano sea más proactivo, es decir que no solo emita normativas, sino que se sume como un actor más para que se trabaje de manera articulada con los gremios del empresariado, las Organizaciones No Gubernamentales y los organismos multilaterales. Bolivia también está en una fase intermedia y de florecimiento de la aplicación de dicho concepto.
— ¿Qué beneficios tiene una firma si aplica este enfoque?
— Son cinco los beneficios que adquiere una empresa si aplica el concepto de la RSE. Primero, que al cumplir con todas las obligaciones legales vigentes del país no tiene problemas; segundo, que eleva sus ventas; y tercero, que sus recursos humanos trabajan en un ambiente feliz y se sienten más comprometidos con la empresa. En cuarto lugar está el incremento de sus clientes y en quinto lugar está el hecho de que en un plazo de tres a cinco años puede amentar en 30% sus utilidades.
— ¿Cuál es la proyección de crecimiento de este concepto?
— Veo una proyección enorme de crecimiento de la RSE en América Latina debido principalmente a que existe una gran motivación pues cada vez más gente cree en esto. Está claro que la RSE vino para quedarse y no se irá. Además que hoy las empresas no están tan preocupadas por el costo de aplicar dicho concepto, sino en ser socialmente responsables y con ello puedan diferenciarse.
Perfil
Nombre: Liliana Tapia
Cargo: Directora del programa de diplomados en RSE de la EIAG en Bolivia.
Experta en gestión y Responsabilidad Social Empresarial
La especialista tiene una maestría en Administración de Negocios en la Universidad de Valparaíso de Chile, un posgrado en Negociación de la Universidad Católica de Chile y un diplomado en Competencias Profesionales de la Universidad de Talca de ese país. Tapia también obtuvo un posgrado en Responsabilidad Social Universitaria en la Universidad de Concepción. Efectuó además un diplomado en Gestión de Calidad y Formación de Mediadores y cuenta con un posgrado en Gestión de Empresas y Recursos Humanos de la Universidad de Valparaíso. Ha escrito una decena de artículos sobre la Responsabilidad Social Empresarial (RSE).
También imparte docencia en contenidos relacionados con la ética y la RSE en distintas instituciones educativas. Es asesora en gestión, emprendimiento, negociación y resolución de conflictos para organizaciones sociales y sindicales. Es presidenta de la Comisión de RSE de la Cámara Regional de Comercio y la Producción de Valparaíso, y ha participado como expositora en diferentes foros internacionales sobre este tema. 

domingo, 10 de agosto de 2014

SUGIEREN CREAR UN ENTE QUE ARTICULE LA RSE EN BOLIVIA

Una experta chilena habló de las inversiones empresariales y su necesidad.

E n Bolivia aún hace falta un ente que articule la inversión que realizan las empresas en Responsabilidad Social Empresarial (RSE), según la experta chilena, Liliana Tapia Figueroa. Esta instancia, afirma, funcionaría como un nexo entre las demandas de la comunidad y las propuestas de las empresas privadas, como ya sucede en países de la región.

Falta comunicación. Tapia, invitada por la Confederación de Empresarios Privados de Bolivia (CEPB) para impartir un diplomado sobre el tema, afirmó que en el país aún hace falta "un empujoncito" para que la sociedad golpee las puertas de los empresarios para hacerles conocer sus propuestas para las inversiones en RSE".

"Creo que no hay eso todavía. Falta sentarse juntos y conversar cómo lo podemos hacer, y para ello falta un organismo garante, un organismo que garantice cómo lo podemos hacer".

Indicó que debe haber un tercer actor en esta relación, como su cede en varios países. Cita a Chile como ejemplo, donde las carreras de negocios de las universidades convocan a los representantes de las empresas e instancias sociales, a desayunos trabajo, en cumpolimiento de su programa de relaciones laborales, con el fin de promover el diálogo social.

Asimismo, dijo que se conocen casos en que la Organización Internacional del Trabajo (OIT) logró reunir a actores empresariales y sociales para tratar este tema.

"Cuando la empresa no tiene la capacidad de llegar a la comunidad, y los de la comunidad por sí misma no tiene la forma de romper las barreras y golpear las puertas, tiene que haber alguien que convoque, pueden ser los gobiernos, la cooperación internacional u otros actores".

Sin embargo, reconoció que las instancias de gobierno no son las más aptas para mediar en estos temas, ya que en algunos casos, como en Bolivia, son también dueñas de varias empresas.

"Las experiencias que conozco en Santa Cruz son buenas, las empresas estatizadas tienen este proceso claro y lo llevan a cabo, como YPFB y Repsol. Pero en otros lugares donde no se está dando esto, hay que generar este espacio y hay que buscar ese actor, pueden ser las universidades, que son centros más independientes".

APOYO INTEGRAL. Para la experta, a las empresas se les hace difícil identificar las áreas de inversión donde pueden aplicar recursos de RSE. Sin embargo, existen importantes ejemplos en el mundo donde los beneficios se dieron de forma permanente y sustentable.

Entre las mejores experiencias que conoce, cita la de una empresa "X" que generó un fondo para el desarrollo de microempresas en su entorno. Las apoya con capacitación, en técnicas de gestión empresarial, en modelos de gestión empresarial, y luego las deja funcionando.

Luego, les pide que le provean servicios y, de esa manera, las integra a su cadena de valor.

"Cuando estas empresas están más robustas. se las deja solas, se las deja vendiéndole al mundo en general, al país o donde sea, que se amplíen solas. Allí está la empresa, poniendo en videncia en qué áreas necesita apoyo o suministros, y la gente del lugar participa en ello. La gente tiene claro cómo le aporta a la empresa y cómo la empresa aporta a la comunidad".

LAS MEJORES PROPUESTAS EN RESPONSABILIDAD SOCIAL EMPRESARIAL, SEGÚN LILIANA TAPIA, TIENE QUE VER NEGOCIOS INCLUSIVOS A PARTIR DE LA GENERACIÓN DE UN FONDO CON EL CUAL SE CREAN MICROEMPRESAS QUE PROVEAN INSUMOS A LA ENTIDAD.


Los beneficios de las empresas que aplican RSE. Según la experta, la entidad gana una amplia reputación corporativa. Segundo, la Responsabilidad Social Empresarial le obliga a ordenarse. Tercero, evita multas, deja de ser fiscalizada y se aleja de la posibilidad de ser cerrada.

Cuarto, gana más clientes porque la gente sabe que es una empresa es buena, gana en fidelidad, y en productividad de los trabajadores, que se sienten felices y seguros.

miércoles, 6 de agosto de 2014

Petrobras desarrollará 16 proyectos y 26 cursos de RSE

Petrobras Bolivia desarrollará este año un total de 16 proyectos y 26 cursos de responsabilidad social (RSE) con un fuerte componente de transmisión de conocimientos, con el fin de fomentar el mejoramiento de ingresos y la generación de empleos, principalmente en las comunidades localizadas en las áreas de influencia, señala una nota de prensa de la petrolera.

Petrobras opera en Villa Montes, Yacuiba y Caraparí, también en las ciudades de Santa Cruz y Tarija.

El portafolio de proyectos, desarrollados en su totalidad en alianza con autoridades departamentales, regionales y locales, involucra un monto global de 1,2 millones de dólares y será ejecutado en forma conjunta con 15 entidades, entre fundaciones, organizaciones civiles, institutos de formación, ONG, entre otros.

Entre los proyectos está la Cualificación de Experiencia Laboral, promoción de emprendimientos productivos, becas, habilidades digitales, habilidades para el éxito, microprogramas educativos de radio, también las “Clínicas Deportivas Petrobras Juego Limpio” y otros como “Barrios pintudos” y “Unidos y Movilizados por el Medio Ambiente”.

En los últimos 13 años, Petrobras Bolivia destinó más de 14 millones de dólares a proyectos de RSE y ambiental.

Project Finish Line nace para apoyar

Project Finish Line es un emprendimiento de Responsabilidad Social impulsado por tres empresas de Santa Cruz: SportZone, Green is Better y Smart Fit, que tiene como principal objetivo fomentar a los deportistas amateurs para que alcancen su más alto rendimiento.

El proyecto fue presentado públicamente el lunes y recibió el respaldo de SportZone y del campeón mundial de motociclismo 2014 en cross country, Juan Carlos Salvatierra.

En el inicio, Project Finish Line piensa apoyar a alrededor de 30 triatletas amateurs que se alistan para competir en pruebas Ironman a escala internacional. Estos eventos son considerados de alta exigencia, porque los deportistas deben cumplir con recorridos de ciclismo, natación y carrera pedestre.

La fusión de empresas relacionadas con el deporte y la vida saludable permitió la creación de Project Finish, toda vez que SportZone, es una tienda que comercializa indumentaria y artículos deportivos, Smart Fit es un gimnasio y Green is Better es un restaurante de comida saludable.

‘Chavo’ está firme
“Nos sumamos a este emprendimiento porque estamos convencidos de que apoyar al deporte es una inversión que nos da mucha rentabilidad desde el aspecto humano. Project Finish Line es un proyecto que tiene la misma visión que nosotros y por ello estamos en total sintonía”, dijo Chavo, que a través de su tienda SportZone apoyará con indumentaria y precios preferenciales a los deportistas del grupo.