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lunes, 16 de noviembre de 2015
La responsabilidad social de las empresas
Queda claro que las pequeñas y medianas empresas (PyMEs), por su naturaleza, no son un terreno fértil para la adopción espontánea de prácticas de Responsabilidad Social Empresarial (RSE) salvo las internas, que le son más naturales y cuyos beneficios son relativamente tangibles.
Una de las necesidades más apremiantes es dotarlas de todas las capacidades técnicas que les permitan aumentar su productividad y competitividad, mejoras en la gestión y administración, establecimiento de patrones de calidad y actividades de planificación y control. Sin esas capacidades administrativas básicas, las PyMEs no serán capaces de emprender con éxito ninguna iniciativa de RSE.
Por su parte, la Federación de Empresarios Privados de Chuquisaca está creando en la presente gestión el Observatorio de RSE, para poder cuantificar a las empresas que están inmersas y comprometidas con estas prácticas. En la actualidad, no se cuenta con ninguna.
Para garantizar su éxito, estas acciones de difusión/diseminación deben ser especialmente adaptadas a la realidad de las PyMEs y no una mera copia de instrumentos utilizados para empresas grandes. Los mensajes deben ser lo más simples y progresivos posibles y siempre adaptados a la realidad sectorial y local de las PyMEs a los que se dirigen.
Fancesa es la única empresa chuquisaqueña que en alguna medida cumple con esta práctica transfiriendo a sus copropietarios la suma de 100 mil dólares a cada uno de ellos. En la gestión 2014 ejecutó 5.363.393 bolivianos en diferentes actividades, como apoyo a este rubro.
El propio concepto de RSE debe ser adaptado a las prácticas habituales y más comunes que realizan las PyMEs, por lo que tratar de promocionar el concepto de RSE en toda su integridad puede ser contraproducente en gran medida. Los mensajes deben incidir en los efectos positivos, para que la propia competitividad de la empresa participe en las actividades de RSE en términos de mayor motivación de los empleados, mejor imagen pública y social, más accesos a fuentes externas de financiación y reducción de costes, sin olvidar los elementos éticos y altruistas que explican en muchos casos la implicación activa de las PyMEs en actividades sociales y medioambientalmente responsables utilizando el argumento del “sentirte bien”.
No conviene perder de vista que, en muchos casos, resulta difícil para las PyMEs valorar de una manera racional los efectos positivos de estas actividades en la marcha de su negocio, habida cuenta tanto de la propia naturaleza de las acciones apoyadas como de la falta de instrumentos internos para su medición.
Sin embargo, cabe enfatizar que este traslado de prácticas en materia de RSE debe ir acompañado previamente por una reflexión profunda sobre el contexto local, ya que para que la RSE sea efectiva debe adaptarse a las características sociales, económicas y culturales de nuestra región en particular. Esto requiere la adopción de una visión más democrática y participativa de la implementación de estrategias de RSE y de los roles a asumir por las administraciones públicas, las empresas y las organizaciones de la sociedad civil.
Es necesario apoyar la investigación y la elaboración de documentos/informes sobre el tema, siempre desde una perspectiva mucho más amplia, de forma que la RSE se vincule a los diferentes ámbitos del quehacer empresarial y de la actividad económica en general.
En este sentido, los centros de investigación de la USFX deben tener un papel preponderante en estas tareas, generando así un conocimiento básico sobre la RSE que sirva tanto para guiar el debate y la elaboración de las políticas económicas como para difundir el concepto en todo el tejido económico a través de documentos conceptuales y de buenas prácticas.
Fancesa es la única empresa chuquisaqueña que en alguna medida cumple con esta práctica transfiriendo a sus copropietarios la suma de 100 mil dólares a cada uno de ellos. En la gestión 2014 ejecutó 5.363.393 bolivianos en diferentes actividades, como apoyo a este rubro.
martes, 3 de noviembre de 2015
Responsabilidad social de las farmacias: un compromiso profesional
El trabajo de una farmacia no se reduce solo a su actividad comercial y a brindar medicamentos, implica una multiplicidad de actividades que comienzan con la aproximación con la persona que acude esperanzada de encontrar el medicamento indicado para aliviar sus dolencias o la de sus seres queridos.
A las personas se les debe otorgar buen trato, hay que atenderlas con comprensión, solidaridad, agilidad, eficiencia y consejos apropiados cuando no requieren de una prescripción médica.
Otras veces, se les ayuda en la detección de situaciones de riesgo vinculadas al medicamento y asumiendo decisiones que resulten más beneficiosas para el enfermo. Es un servicio asistencial que contribuye a la mejora del acceso y la disponibilidad de medicamentos, asegurando que no falte ninguno, en cooperación y en coordinación con las líneas proveedoras de medicamentos para que la atención sea segura, inmediata y completa.
Sin embargo, la situación complicada por la que atraviesa la mayor parte de las familias bolivianas ha provocado un deterioro en la economía de las farmacias, imposibilitando la apertura de sucursales o cadenas de farmacias en lugares estratégicos que mejoren el acceso, de tal manera que se aproxime estos servicios a los domicilios y centros de salud de barrios o distritos.
Consiguientemente, es una labor ardua que demanda sacrificio familiar y profesional y que obliga a realizar un servicio social en nuestra comunidad. Este debe adaptarse a los nuevos retos, con soluciones inteligentes orientados siempre a las necesidades del paciente, respetando la prescripción médica, con el fin de promover buena salud.
El trabajo del farmacéutico, como se advierte, no se reduce a la simple venta de medicamentos, sino a entregarlos en condiciones óptimas, conforme a la normativa legal vigente. Implica involucrarse con la salud del prójimo, contribuyendo al bienestar de los bolivianos con el compromiso firme de trabajar en equipo, con sentido humanitario, ética, excelencia, experiencia y conocimiento profesional.
Constituye también una simbiosis de cooperación mutua, solidaridad, puntualidad, responsabilidad, filosofía de mejoramiento permanente e imagen institucional; atributos que marcan la misión y visión de la generalidad de las farmacias, en especial de Farmacia Potosí, que desde hace más de cuarenta años ha vislumbrado exactamente las necesidades de los chuquisaqueños y de quienes acuden desde el interior, sin dudar por su servicio eminentemente solidario, porque ha comprendido que ayudar es y debe ser el mayor valor.
A las personas se les debe otorgar buen trato, hay que atenderlas con comprensión, solidaridad, agilidad, eficiencia y consejos apropiados cuando no requieren de una prescripción médica.
Otras veces, se les ayuda en la detección de situaciones de riesgo vinculadas al medicamento y asumiendo decisiones que resulten más beneficiosas para el enfermo. Es un servicio asistencial que contribuye a la mejora del acceso y la disponibilidad de medicamentos, asegurando que no falte ninguno, en cooperación y en coordinación con las líneas proveedoras de medicamentos para que la atención sea segura, inmediata y completa.
Sin embargo, la situación complicada por la que atraviesa la mayor parte de las familias bolivianas ha provocado un deterioro en la economía de las farmacias, imposibilitando la apertura de sucursales o cadenas de farmacias en lugares estratégicos que mejoren el acceso, de tal manera que se aproxime estos servicios a los domicilios y centros de salud de barrios o distritos.
Consiguientemente, es una labor ardua que demanda sacrificio familiar y profesional y que obliga a realizar un servicio social en nuestra comunidad. Este debe adaptarse a los nuevos retos, con soluciones inteligentes orientados siempre a las necesidades del paciente, respetando la prescripción médica, con el fin de promover buena salud.
El trabajo del farmacéutico, como se advierte, no se reduce a la simple venta de medicamentos, sino a entregarlos en condiciones óptimas, conforme a la normativa legal vigente. Implica involucrarse con la salud del prójimo, contribuyendo al bienestar de los bolivianos con el compromiso firme de trabajar en equipo, con sentido humanitario, ética, excelencia, experiencia y conocimiento profesional.
Constituye también una simbiosis de cooperación mutua, solidaridad, puntualidad, responsabilidad, filosofía de mejoramiento permanente e imagen institucional; atributos que marcan la misión y visión de la generalidad de las farmacias, en especial de Farmacia Potosí, que desde hace más de cuarenta años ha vislumbrado exactamente las necesidades de los chuquisaqueños y de quienes acuden desde el interior, sin dudar por su servicio eminentemente solidario, porque ha comprendido que ayudar es y debe ser el mayor valor.
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