martes, 18 de junio de 2013

RSE: Entre la acción voluntaria y la obligatoriedad

En Bolivia, la primera normativa al respecto fue dada a conocer la semana pasada por la Autoridad de Supervisión del Sistema Financiero (ASFI), que aprobó un reglamento sobre el cumplimiento obligatorio de la RSE en las entidades financieras. Entre sus lineamientos está la rendición pública de cuentas, la transparencia o la homogeneización del cálculo de las tasas de interés, entre otros temas. Extraoficialmente, se conoce que la Autoridad de Regulación y Fiscalización de Empresas tiene lista para su promulgación una norma que obliga a las empresas a cumplir con la RSE, pero brindándole ciertos beneficios a cambio, a manera de estímulo. El vicepresidente de RSE Bolivia, Martín Iturri, resalta el hecho de que la RSE debe tener carácter voluntario, sin embargo hay países que la legislan y es obligatoria, como en Dinamarca, Costa Rica y una provincia de Buenos Aires. Hace notar que si bien no existe un decreto específico, la CPE ya contiene principios de RSE enmarcados dentro de conceptos como el “vivir bien”, “no robar” y otros artículos que hacen referencia a la equidad, la convivencia y la distribución de la riqueza. Al igual que Iturri, la gerente de RSE del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), Diana Sabillón, opina que la RSE no debe ser normada porque se trata de una acción voluntaria que va más allá del cumplimiento de la ley y en “un plus” que la empresa entrega a la comunidad. A pesar de no existir una normativa general, existe un decreto específico que establece la obligatoriedad para Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos de llevar a cabo acciones de RSE, por sí o a través de terceros. La Ley de Seguridad Ciudadana también tiene un artículo que señala que, como parte de las políticas de seguridad, las empresas públicas y privadas deben desarrollar RSE. GUABIRÁ EN POS DE DOS CERTIFICACIONES El Ingenio Guabirá desarrolla varios programas de responsabilidad social específicamente orientados a lograr la certificación de buenas prácticas “Triple sello” del IBCE y el Ibnorca, señala el jefe de la División Administrativa y del Programa de RSE, Jaime Gareca. El “Triple sello” es una certificación que avala que el producto está libre de trabajo infantil, trabajo forzoso y cualquier forma de discriminación en su elaboración. Gareca explica que Guabirá, como ingenio, no tiene caña propia, pero sus estatutos señalan que es responsable por toda la cadena de producción del azúcar, por lo que se ha desarrollado un programa para los más de 1.500 productores cañeros que les proveen y, en julio próximo, recibirán una auditoría del Ibnorca en pos de la certificación. Gareca cuenta que Guabirá trabaja desde hace seis años en RSE, tiempo durante el que se han implementado buenas prácticas como la “verificación concienzuda” de la eliminación del trabajo infantil con la prohibición de que los niños entren en las plantaciones con sus padres, también se verifica que asistan a la escuela y, si su vivienda queda lejos de una unidad educativa, el ingenio provee transporte para los niños. También se trabajó para eliminar el trabajo forzoso y se verifica que existan contratos de trabajo y se dote de vivienda adecuada para los zafreros. La discriminación también es combatida y, por ejemplo, si en un campamento de zafreros hay una persona que se encargue de la cocina, el ingenio verifica que reciba un sueldo por ese trabajo. También se verifica que los zafreros dispongan de agua potable, para lo que el ingenio invierte en la perforación de pozos. Además de la certificación nacional, Guabirá también postula para el certificado internacional Bonsucro, una norma que toma en cuenta no sólo la sostenibilidad, sino también las prácticas amigables con el medio ambiente y la eficiencia de la planta. Guabirá recibirá la auditoría en un par de meses y, de lograr la certificación, sería la primera empresa del país en lograrla y la segunda en América Latina, después de Brasil.

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