Se han utilizado dos tipos de sistemas de cuota para las energías renovables: los sistemas basados en licitaciones y los certificados verdes.
Los sistemas basados en licitaciones permiten la licitación competitiva de contratos para construir y operar un proyecto en particular, o bien una cantidad fija de capacidad de renovables en un país o un estado. Aunque se tienen en cuenta también otros muchos factores, invariablemente gana la oferta de menor precio. Este sistema se ha utilizado para fomentar el uso de energía eólica en Irlanda, Francia, Reino Unido, Dinamarca y China.
El inconveniente de este sistema es que los inversores pueden pujar por un precio demasiado bajo desde el punto de vista económico para hacerse con el contrato, para después abandonar el proyecto. Por ejemplo, bajo el sistema de licitación inglés NFFO (Non-Fossil Fuel Obligation-obligación de compra de energía de fuentes no fósiles), muchos de los contratos se quedan sin realizar, por lo que se optó por abandonarlo. Pero si se diseña de manera adecuada, con contratos de duración, un vínculo claro para planificar acuerdos y un precio mínimo posible, la licitación de proyectos de envergadura podría resultar efectiva, como ha ocurrido en la extracción de petróleo y gas en alta mar en el Mar del Norte europeo.
El sistema de los certificados verdes negociables (CVNs) funciona ofreciendo “certificados verdes” por cada kWh generado por un productor de energía renovable. El valor de estos certificados, que puede negociarse en un mercado, se añade al valor base de la electricidad. Un sistema de certificados verdes funciona en general en combinación con un aumento de la cuota de generación de electricidad renovable.
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