En la presente sección se ofrece un resumen de los mecanismos de ayuda existentes y las experiencias sobre su funcionamiento. Los mecanismos de ayuda siguen siendo la segunda mejor solución para corregir los fallos del mercado en el sector eléctrico, su introducción es una solución política práctica pero reconoce que, a corto plazo, no existen otras vías prácticas para aplicar el principio de “el que contamina paga”.
En resumen existen dos tipos de incentivos para promover el desarrollo de la energía renovable, que son el sistema de precios fijos, donde el gobierno regula el precio de venta de la electricidad (o prima) abonado al productor y deja al mercado que determine la cuota de contribución de las renovables al mix, y el sistema de cuota (en EEUU se denominan Normas de Cartera de Renovables- Renewable Portfolio Standards), donde el gobierno regula la cantidad de electricidad renovable y deja que el mercado determine el precio. Ambos sistemas crean un mercado protegido basado en un fondo de subvenciones, generadores convencionales subvencionados y depreciados cuyos costes medioambientales externos no se tienen en cuenta. Su objetivo es ofrecer incentivos para mejoras tecnológicas y reducciones de costes, abaratando el precio de las renovables que pueden así competir con fuentes convencionales en el futuro.
La principal diferencia entre los sistemas basados en la cuota y los sistemas basados en el precio es que el primero fomenta la competencia entre los productores de electricidad. De todas formas, existe competencia entre los fabricantes de tecnologías, que es el factor crucial para abaratar los costes de la producción eléctrica, independientemente de si el gobierno regula los precios o las cuotas. Los precios abonados a los productores de energía eólica son actualmente mayores en muchos sistemas europeos basados en la cuota
(Reino Unido, Bélgica, Italia) que en los sistemas de precios fijos o los basados en las primas (Alemania, España, Dinamarca).
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