domingo, 23 de febrero de 2014

Las empresas deben tener un incentivo legal para aplicar RSE

Javier Espada. El especialista y consultor en Responsabilidad Social Empresarial (RSE) realiza un breve diagnóstico sobre la aplicación del concepto en Bolivia y los avances registrados en los últimos años. Espada, expresidente del Observatorio Boliviano de Responsabilidad Social, se apresta a lanzar la segunda edición de su libro Responsabilidad Social Empresarial en el Estado Plurinacional, obra que propone un modelo de RSE propio de Bolivia y adecuado a sus necesidades.



— ¿Qué es Responsabilidad Social Empresarial (RSE) y cómo se entiende en Bolivia?

— La RSE, muy ligada a la asociatividad y al cooperativismo, es un concepto que se ha ido desarrollando a lo largo de los años, llegando hoy a cobrar más fuerza por su lucha contra la pobreza y el cambio climático. La concepción varía en cada país. (NdR. Se entiende en general como la contribución activa y voluntaria de las empresas al mejoramiento social, económico y ambiental con el objetivo de mejorar su valor y situación competitiva). En Bolivia, es un concepto en construcción, lo que representa una oportunidad para alcanzar un modelo propio que se aplique a todas las empresas. Por ello, planteamos incluir a la comunidad entre los actores hoy reconocidos en la RSE (Gobierno, empresas y universidades), porque un proyecto que no involucra a la gente no tiene sostenibilidad.

— ¿Qué clase de Responsabilidad Social se aplica en el país?

— Hay empresas que en sus proyectos han involucrado a la gente, pero no bajo un modelo estructurado, sino a medida que han ido implementado sus iniciativas.

— ¿Qué tipo de Responsabilidad Social necesita el Estado?

— La RSE debería adoptar en algún momento un modelo político (...). En el país todavía hay que de-sarrollar una cultura de solidaridad y en ese proceso deberíamos incluir inicialmente alguna opción concreta que beneficie a las empresas socialmente responsables. En algunos países quienes realizan estas acciones pagan menos impuestos. Esto, por el momento, no es posible en Bolivia, porque la tributación es una gran fuente de ingresos para apoyar las políticas sociales del Gobierno. Entonces, la propuesta se ha planteado y se ha discutido en el Gobierno, el sector empresarial y la sociedad civil la necesidad de aprobar una ley de RSE. Algo propio, porque nuestro contexto es bastante especial. Tenemos dos grandes sectores que han sido excluidos históricamente, indígenas y mujeres, y eso es lo que nos diferencia de cualquier otro país. Sin embargo, por ser este un año de elecciones, creo que la aprobación de la norma va a esperar un tiempo.

— ¿Es más sencillo implementar hoy un proyecto de RSE?

— En Bolivia, la Constitución ha ayudado mucho a que la RSE despegue, porque maneja concepciones que son en sí responsabilidad social. El vivir bien, el equilibrio con la naturaleza y la igualdad son conceptos que estarían atacando directamente a la pobreza y te invitan a la solidaridad. Este escenario nos ayuda a tener otro tipo de empresas, con mayor conciencia.

— ¿Hay avances normativos en la aplicación de RSE?

— Se han ido aprobando bastantes normas que se orientan a los temas de inclusión y equidad (...). Sin embargo, creo que ese proceso debería ampliarse, debería haber más entidades que se encarguen de regular la RSE, que vigilen que estos proyectos sean sostenibles, de alto impacto y apunten a erradicar la pobreza; que tenga frutos en la vida de la gente y les dé las herramientas necesarias para salir por si mismos de la pobreza cuando la empresa se vaya o reoriente su proyecto a otro grupo social.

— ¿Cumplen las empresas públicas con estas prácticas?

— Las compañías públicas han cumplido a cabalidad con la contratación de grupos minoritarios, pero también están en proceso de desarrollar el concepto de la RSE.

— ¿Cómo puede ayudar la RSE al desarrollo del país?

— Hay una gran oportunidad en temas de desarrollo económico. La nueva Ley de la Empresa Pública permite alianzas entre iniciativas públicas y privadas para que juntos hagan negocios diferentes. Ahí está la oportunidad, en la unidad de ambos sectores para producir más y erradicar la pobreza. El resultado de este relacionamiento permitiría generar mayores fuentes de empleo digno y mejoraría los ingresos de la gente.

Perfil

Nombre: Javier Espada Valenzuela

Nació: 25-11-1978

Profesión: Abogado

Cargo: Consultor en RSE

Experto en acciones sociales

Es licenciado en Derecho y Ciencias Jurídicas (Bolivia), master en Cooperación Internacional (Colombia), especialista en Desarrollo Local y Regional (Naciones Unidas, Chile) y en De-sarrollo Territorial y Gestión Municipal (Bolivia-España), así como experto en Voluntariado y Ayuda Humanitaria (España). Se formó como consultor en Responsabilidad Social Empresarial (RSE) en Chile e hizo un posgrado en la misma materia en Argentina. Ejerce su profesión como expositor, consultor y experto en RSE. Es docente de pre y posgrado en la Univalle y la UPB. Es autor de los libros Responsabilidad Social Empresarial en el Estado Plurinacional (2012) y ¿Cómo evitar ser un Empresaurio? Manual de supervivencia empresarial (2013).

‘30 reglas de oro de la RSE para la pyme’

Tres microempresas españolas proponen aumentar la competitividad de las empresas del sector siguiendo “30 reglas de oro de la RSE para la pyme”, documento elaborado en un contexto de crisis económica en España.

Se trata de una guía dedicada a ayudar a las pequeñas y medianas empresas (pyme) a incorporar la Responsabilidad Social Empresarial (RSE) en su gestión. La propuesta apunta a mejorar la competitividad de la pyme a través de la diferenciación y control de costes en un contexto de limitación de recursos. “El reto que se proponen los autores con esta guía (Acción 49, AdaptaRSE Soluciones y N-Nova Responsables) es encontrar la manera de acercar la verdadera RSE a las pymes, aquélla que impulse su competitividad en mercados cada vez más exigentes”, cita el documento.

“Las pyme encontrarán en este manual una herramienta que les va a permitir desarrollar modelos de gestión empresarial responsables y sostenibles (...). Cualquier organización va a poder desarrollar un plan de RSE, planteándose objetivos e indicadores en el corto, medio y largo plazo; también aprenderá a elaborar un informe de sostenibilidad, identificando qué materias son relevantes y cómo informar sobre ellas; y, por último, conocerá cómo adaptarse a una de las tendencias actuales más importantes de la RSE, como es diseñar una estrategia de marca responsable y web 2.0”, de acuerdo con el IBCE, que puso la propuesta a consideración en su página de internet.

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