El tema de la ética corporativa, o el arte de aplicar las normas y valores morales - honestidad, justicia, transparencia y respeto- a las actividades y objetivos de la empresa, ha sido una tendencia global de las últimas dos décadas. La ética corporativa también involucra el que la empresa obedezca los estándares legales y que el personal se adhiera a las normas y regulaciones internas.
El Instituto ETHOS en su informe "Indicadores de Responsabilidad Social-2000" define el código de ética como un instrumento para la ejecución de la misión y visión, que orienta las acciones y explica la postura social a todos los que tienen algún vínculo o relación con la empresa.
Las implicaciones morales de las empresas cubren desde la producción, distribución hasta mercadeo del producto o servicio. Asuntos como publicidad falsa, alimentos genéticamente modificados, productos inseguros o perjudiciales, violación de los derechos humanos y atrocidades ambientales pueden significar un alto precio sobre la credibilidad de una empresa. Sin importar el tamaño o sector, muchas empresas han
pagado un alto costo debido a los escándalos corporativos, además de la pérdida de la reputación de la marca, pérdidas y desvalorización de acciones, por el empleo de prácticas corruptas, inmorales e ilegales.
Una encuesta realizada por la revista Fortune entre 500 empresas del sector manufacturero y 500 del sector de servicio, indicaron que el 91% tenían un código de ética manifiesto, 49% tenían un entrenamiento ético para todo el personal y un 87% señaló creer que el público hoy en día está mucho más atento al comportamiento ético corporativo que en el pasado.
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